Thursday, March 24, 2011

echoes


La noche avanzaba en planetaria caravana y ya casi es la una del nuevo dia. Admito que al tercer segundo eché el uniforme y el discurso hipnótico de la tierra cóncava en la inmersión añorada, al efluvio marino de la bruma de otoño, oleaje de avenida, luz azul, mujer, solo... La cereza feliz alumbra, caleidoscópica, las falanges translúcidas, y ya no me quedo, rictus de abandonos en el rostro magro y molestias transpiradas en el socabón electrónico acarician el cabello del que se desploma con dulzura sobre los ficus de la abuela y el patio de paredes carcomidas .. por el agujero universo... la correspondencia sonora no asegura resurrección alguna pero retiene lágrimas y arroja pétalos de ser, hermano, hermano mío, derramándose en amores y cielos untuosos escarlatas.. aahh nuestra adorada Extasíndrome, detente, te lo pido, muestrame los fuegos de los antiguos aquelarres, yo te lo pido, acomódame en el vértice ondulado de tu playa lunar y siénteme la respiración en la piel monumental, estremecida a veces, por los rayos de Marte, la alucinación divina, las hormigas utópicas.


Texto de: Eduardo Braga Maldonado

Wednesday, March 16, 2011

119


A tu salud, maestro...
hombre,
mamífero,
dios.

Tuesday, March 01, 2011

La búsqueda de la fecalidad

Antonin Artaud (1896-1948)


Allí donde huele a mierda
huele a ser.
El hombre hubiera podido muy bien no cagar,
no abrir el bolsillo anal,
pero eligió cagar
como hubiera elegido vivir
en vez de aceptar vivir muerto.

Para no hacer caca,
tendría que haber consentido
no ser,
sin embargo, no se decidió a perder
el ser,
es decir, a morir viviendo.

Hay en la existencia
algo particularmente tentador
para el hombre
y ese algo es
LA CACA
(aquí, rugido)
Para existir basta con dejarse ser,
pero para vivir
hay que ser alguien,
hay que tener un HUESO,
hay que atreverse a mostrar el hueso
y a olvidar el alimento.

El hombre prefirió más la carne

que la tierra de los huesos.
Como no había más que tierra y bosque
de huesos
tuvo que ganarse su alimento,
no había mierda
sólo hierro y fuego,
y el hombre tuvo miedo de perder la mierda
o más bien deseó la mierda
y para eso, sacrificó la sangre.
Para tener mierda,
es decir carne,
donde sólo había sangre
y chatarra de osamentas,
donde no tenía nada que ganar
y sí algo que perder: la vida.

o reche modo
to edire
de za
tau dari
do padera coco

Entonces, el hombre se replegó y huyó.

Lo devoraron los gusanos.

No fue una violación,
Se prestó a la obscena comida.
Le encontró sabor,
aprendió por sí mismo
a hacerse el tonto
y a comer carroña
delicadamente.

Pero, ¿de dónde procede, esa despreciable abyección?

De que el mundo no está ordenado todavía,
o de que el hombre sólo tiene una pequeña idea
del mundo

y quiere conservarla eternamente.

Proviene de que, un buen día,
el hombre
detuvo
la idea del mundo.

Se le ofrecían dos caminos:
el infinito exterior,
el ínfimo interior.
y eligió el ínfimo interior,
donde sólo hay que estrujar el bazo
la lengua
el ano
o el glande.

Y dios, dios mismo aceleró el
movimiento.

Dios ¿es un ser?
Si lo es, es la mierda.
Si no lo es
no existe.
O bien sólo existe
como el vacío que avanza con todas
sus formas
y cuya representación más perfecta
es la marcha de un grupo incalculable de
ladillas.

¿Está usted loco, señor Artaud, y la misa?"

Reniego del bautismo y de la misa.
No hay acto humano
que, en el plano erótico interno,
sea más pernicioso que el descenso
del supuesto Jesucristo

a los altares.
No me creerán
y desde aquí veo cómo el público se encoge de hombros
pero el llamado Cristo es quien
frente a la ladilla-dios
aceptó vivir sin cuerpo
mientras un ejército de hombres,
descendiendo de la cruz
a la que dios creía haberlos clavado desde hacía mucho,
se rebeló
y ahora esos hombres
armados con hierro,
sangre,
fuego y osamentas
avanzan, denostando al Invisible
para terminar de una vez con el JUICIO DE DIOS.