Monday, March 06, 2017

dársena

No voy a recoger el espíritu del mar donde no hay sencilla posibilidad de atraparlo

más en la tenue partida de la tarde donde las piedras son parnaso de los regocijos recostados encuentro una respuesta en clave de murmullo

un épico traslado de las voces de la mar que saturan de anaranjado mi espalda recostada y salina

y en medio las danzas los orines el vaho de plástico que te exuda su pestilencia sin importancia

y allí allí allí todo
el mismo resplandor de los perfumes negados se acopian para hacerme trémulo espasmo
para deslizar mi memoria por un sendero de culminaciones sin apariencia y
completamente desnucado generarme el obvio recuerdito
el relicario chiquito de mi último señuelo que brilla derelicto en ese horizonte nuestro
todo ajeno nada sueño