Así que una nueva pandilla ha entrado a recordarnos que en este juego sólo se sale limpio cuando se juega sucio. Así que Humala y sus secuaces creen que “su autoridad” les permite asesinar, detener, repartirse cargos y cagarse en la gente que los puso allí. Así que creen que somos tan inocentes como para pensar que ellos son los culpables; y no los que perdieron y apostaron millonadas por la nipona en las elecciones. Pues no es así.
Hay muchos que hoy lloran y se quejan de la traición, lo cual no es para menos, y ahora que generaciones nuevas vemos el nacimiento de un nuevo calco del desamparo en nuestra historia; no podemos quedarnos en ello. No sirve de nada el seguir teniendo esperanza bajo los cánones democráticos y falaces de las urnas. No hay sistema más falso que el que sustenta que todos tenemos la posibilidad de erigirnos al poder como ciudadanos, y te da la misma cuota de participación en la pantalla; aunque primero tengas que disponer de un financiamiento al que sólo algunos acceden.
Si este país se repite, y se reproduce en video una y otra vez, no es por los dignos mandatarios que solemos equivocadamente dejar sentar en el trono del falso imperio. Sino porque la miopía solidaria de un centro capitalino lo establece. Esta ciudad que se exenta de reconocerse como parte de un país carcomido, y se diluye en baños de rosas (importadas) y bálsamos de hipnopedia; es el auténtico quiste de esta porción de cuarto mundo que habitamos. ¿Acaso no sienten la campana alborotada de un hemisferio que se hunde, un polo que se derrite, una porción de afasia cultural y un largo etcétera del desconsuelo?; pues queda claro que no.
Entonces, ante sus galopantes mentes obtusas, sólo queda hacer que la campana suene. Que la pista chirríe, que los muros hablen, que los papeles se incendien y que las pantallas revienten. No hay mayor propuesta que la expresión descarnada y desbordada. Por ello las mentes descafeinadas deben hacerse presente; y emplazar el silencio de nuestro nobel, la sonrisa cómplice de la CONFIEP, el mutismo selectivo de nuestros triunfadores; y destruir el cascarón que han impuesto entre la realidad y la pantalla.
Señor Humala, y a todos los que en verdad representa, que tengan buen sueño… que las almas vivas les disparen cada noche en su plácido remanso. Que no descansen en paz.
Nota: Arte de Banksy
1 comment:
Ni una coma menos hermano.. CONTUNDENTE DE CABO A RABO.. Contra las cinco familias la poesía todo puede.. que aqui estamos fijos en nuestra trinchera de descontento y olvido.
" ..que la campana suene"
QUE LA CAMPANA SUENEEE!!!!
EL PACTO POR SOBRE TODAS LAS COSAS
"QUE NO DESCANSEN EN PAZ"..
PD.- hermosa imagen hermano.. hermosa imagen
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