Grosero, grotesco y mercenario.
Calificativos que se aúpan en redor de la editorial del Diario El Comercio del día
de hoy, titulada “El regalo del consumo”
(http://elcomercio.pe/actualidad/1677924/noticia-editorial-regalo-consumo?ref=ecr)
Aquí algunas de sus
perlas: “Ahora, no faltan quien intenta
aprovechar estas ciertas y oportunas reflexiones espirituales para
distorsionarlas y transformarlas en discursos políticos. Personas que quieren
convencernos de que el consumo en general (y en cualquier época) es
frívolo, de que él nos ha transformado en una sociedad egoísta y
despilfarradora, y de que todo tiempo pasado fue mejor. Pues bien, valdría por
eso resaltar que el consumo no es algo frívolo en sí mismo. Consumir es
sinónimo de satisfacer necesidades. El consumo genera empleos que alimentan
familias. Detrás de la producción de los bienes que se consumen hay innumerable
historias de emprendedores que toman riesgos para crear lo que sus semejantes
demandan. Y también incontables historias de trabajadores que se esfuerzan para
ganar el sueldo del que dependen ellos y sus seres queridos. Visto así, el
consumo no resulta algo frívolo como muchos nos quieren hacer creer.”
¿A qué consumo se
refiere el diario El Comercio?, ¿de qué manera se sustenta ese consumo y aporte
sostenido al PBI que tanto se resalta? ¿Acaso no hablamos particularmente de un
comportamiento de consumo al crédito con tarjetas prácticamente embutidas al
consumidor, con la opción del pago mínimo, y la respectiva condena a pagar en
36 cuotas lo que quisiste pagar en 3? No tenemos nada en contra de pagar una
cena o almuerzo con una tarjeta, pero ¿es síntoma de salud y educación financiera
pagar los alimentos básicos (34% del gasto familiar según el ENCP 2012) a
plazos?
No es sorpresivo
como las tasas de morosidad siempre se elevan hacia octubre-noviembre y mágicamente
descienden al cierre de diciembre. Por qué no se refleja la cantidad de
refinanciamientos, re pagos, re préstamos y compras de deuda que existe en el
mercado financiero. Por qué no se diferencia la morosidad inmobiliaria,
vehicular de la de tarjetas de crédito (para calificar como moroso en un pago
hipotecario debes retrasarte más de 90 días), por qué no se revela la cantidad
promedio de tarjetas que tienen los consumidores. Por qué no se analiza la
relación salario y número de tarjetas (en algunos casos hay personas que
manejan hasta 10 tarjetas). Por qué no se publica el número de castigos y
ventas de carteras morosas que realizan las instituciones financieras al cierre
de diciembre para cerrar sus indicadores de morosidad en niveles aceptables (acaso Mibanco no castiga su cartera cada 3 meses?).
¿Cuánto se ven
afectados los productores de Gamarra con la competencia predatoria de productos
chinos y las prendas que se venden en las grandes casas comerciales? Lo que El Comercio aquí hace es distorsionar
un incremento nominal del nivel de compra del consumidor para trasladarlo a una
aparente salud e incremento en el nivel de vida y el nivel del empleo, que es
farsante. Aquí hay una grosera pauta comercial hacia los bancos, las grandes
casas comerciales, y un aliento a el tan anhelado “compra más”, “endéudate más”
y contribuye al crecimiento y a tu sociedad,
con el acto mismo del artificio y el engaño.
No tenemos nada en
contra del crecimiento en venta de celulares (Alan García dixit) o de las
tablets, o de cualquier cojudez que se te antoje tener. Pero sostener y alabar
un crecimiento en función a ello, es vergonzoso y absurdo. Un carrusel de
morosidad al cual nadie ataja sino hasta que todo se depreda y todo se bota. Y
por último, no tenemos miedo en condenar el “consumismo” que tanto se alaba,
porque a fin de cuentas, el celular no te alimenta y la fotografía se olvida,
en este circo del exceso y mórbida experiencia.
Fuentes:
Arte de Banksy
No comments:
Post a Comment