DESHORA
Pureza amada, que mis ojos nunca
llegaron a gozar. Pureza absurda!
Yo sé que estabas en la carne un día,
cuando yo hilaba aún mi embrión de vida.
Pureza en falda neutra de colegio;
y leche azul dentro del trigo tierno
a la tarde de lluvia, cuando el alma
ha roto su puñal en retirada,
cuando ha cuajado en no sé qué probeta
sin contenido una insolente piedra,
cuando hay gente contenta; y cuando lloran
párpados ciegos en purpúreas bordas.
Oh, pureza que nunca ni un recado
me dejaste, al partir del triste barro
ni una migaja de tu voz; ni un nervio
de tu convite heroico de luceros.
Alejaos de mí, buenas maldades,
dulces bocas picantes...
Yo la recuerdo al veros ¡oh, mujeres!
Pues de la vida en la perenne tarde,
nació muy poco ¡pero mucho muere!
de: Dios padre todo poderoso
1 comment:
Silencio del cielo,
amor de la cueva,
flores del yermo.
Kurosawa,
Vallejo
agitando pañuelos en el sueño
(en voz baja el secreto).
Y parte la máquina.
Se pierde entre las nubes monitoreadas y los fabricados cerros.
(Adíos a esas mujeres entre cánticos y pétalos)
Realmente bello hermano,
muy bello.
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