Saturday, May 21, 2016

- la H

No se muda dentro lo que ya resuelto ha sido desterrado
Y en el tétrico desfile de aparatos, maderitas y chucherías
Te quedas en vistazo claroscuro de lo que anda pasando sin tiempo
De los suspiros acurrucados que andan mudos
Y de la suerte recostada en ese rincón que no barres de flojera.

Ando así, acumulando vestigios de una era que se pasa
De un listón enlutado que declama versos escritos en la pared
Y un buen guiño de las hojitas perdidas en las tapas de libros empolvados
Con una que otra arañita, que se despide también
De sus paraísos artificiales, de blancos numerados
Que habrán soñado mejor que yo.

Están también las botellas, las moneditas, los encriptados cables
Y una que otra envoltura de la penúltima galletita que compartimos
Y que se esconde, risueña, como develando el oscuro mensaje de su presencia:
Ya no más.

Y así van años, de buhardillas, de pasajes enjutos
Y de tapas levantadas en madrugadas feroces
Y yo no mudo; ni la piel, ni el luto, ni la poca carca
Para dejar constancia de los mapas de una memoria fallida
Porque el corcho de casillero que llevo en el bolsillo, me recuerda ese horizonte
Porque el origami doblado que recuesto en la ventana, es esa playa de invierno
Y porque en fin, las cosas son lenguaje de presencias sin muda,
Porque me voy por lugares póstumos
Y vago ausente en tus caminos
Ya no buscando el lecho, sino la frazadita,
La colchita que me abrigue, el este de nuestra vida aparente.



A la memoria del 402, tamaña habitación

Thursday, May 19, 2016

fue...




- Oye B. te acuerdas cuando escuchábamos esto en tu departamento?
- Claro
- Yo me desgañitaba en lágrimas y ustedes dos atinaban a quedarse en silencio, acompañando lo que fuera que ocurriera. Respetábamos esa honestidad...
- Si hermano, lo recuerdo... esa habitación
- Claro, sólo esa habitación sabe; pero también teníamos el orgullo de escuchar cosas que no estaban en internet. Sentirnos una pequeña sociedad que disfrutaba cosas que pocos tenían.
- Ciertamente hermano, pero usted sabe el exceso de información, la super población...
- Hermano, si había algo, alguito; que yo quería que quede como ese año, esas noches exactas en esa habitación, era esto... este tema de mierda... este color naranja que me trae a mi vieja, a las mandarinas debajo de la mesa...
- Hermano, ciertamente eso es lo que nos queda...
- Así es hermano. Ahora esto está en el babel de quincha, y seguro algunos llegarán a el, tampoco tantos porque a quién le gusta un mellotron todo cojudo encima de las mismas notas...
- Bueno hermano, sabrá usted comprender que todavía existen esos seres.
- Compartir está bueno, todo para todos y bla bla bla... pero esta es una pequeña muerte de una época. En fin... sólo esa habitación sabe...
- Sólo esa habitación...

Thursday, May 12, 2016

mundo

No va a volver ese tiempo
Y es preciso que se vaya.
Cuando el mustio aparente de la fotocopia diaria se derrota
Por un vaso levantado o un minuto arrebatado
Más allá de ti, más allá de mi…

Es preciso descolgar esa ventana y erguir la bandera estoica de la desconfianza
Para revolotear amarillitos por los patios de la memoria y la disidencia.

Deja florecitas en la banca, pinta mundos de 15 casillas
Por si se te acaban los saltos y la lluvia
Y no cierres cajón, que nada es nuestro...
Sólo se presta la chapita
Para compartir en bravía inconciencia y salud.


Wednesday, May 11, 2016

A moon shaped pool

La historia de Radiohead es en definitiva la historia de su compositor principal y rostro público: Thom Yorke. Aquel que fue encasillado como un hombre depresivo gracias a ese periodo que el mismo denomina “mierda oscura” en referencia sus titánicas placas Ok computer y los mellizos Kid A / Amnesiac. A partir de allí, Yorke ha tratado por todos los medios de desprenderse del mote tristón al que se le asocia. Para ello, ha bailado desde comienzos del 2000 hasta generar un desaforamiento inaudito, ha escrito letras de autoayuda como en su debut solista  The eraser (2006) y al margen de lo poco que ha producido la banda post Hail To the Thief (In Rainbows en 2007 y The King of limbs en 2011) Yorke y compañía nunca han dejado de producir música.

Tenemos el proyecto alterno en onda bailable rítmica con Atoms for peace (2013) y el segundo disco solista más intimista (aunque no menos denso ni electrónico) de Yorke (Tomorrow modern boxes -2014). Greenwood (Jonny) ha venido produciendo bandas sonoras a un ritmo frenético, principalmente para películas de Paul Thomas Anderson y hasta un disco de música india con Shye Ben Tzur; teniendo en paralelo al baterista Phil Selway con su segundo material solista (Weatherhouse – 2014). Es decir, una banda en la cual sus miembros al margen de no activar con Radiohead están constantemente en proyectos individuales, colaboraciones y en suma viviendo y respirando música.

Ahora bien, situándonos en Yorke y J. Greenwood; vemos que el primero viene atravesando el proceso de su separación con su compañera Rachel Owens, cosa que ya se respiraba en canciones del TMB como “nose grows some” donde le prometía volver a estar con ella algún día, y en el halo del todo el disco que supura los efectos inmediatos de la separación. Por su parte Greenwood ha volcado todo su aprendizaje con la London Contemporary Orchestra y tal como había declarado ha empujado sus aportes clásicos con mayor empeño a las canciones de la banda. Entonces, teniendo a un Yorke que explicaba intrincadamente sus problemas conyugales, era ciertamente predecible que “A moon shapped pool” (2016) el último disco de la banda esté fuertemente influenciado por su proceso interno.

Y lo primero que hay que decir, es que este debe ser el disco más sosegado e íntimo de Radiohead. Ni siquiera la exultante felicidad de In Rainbows (2007) compara la confesión que alcanza este disco. Claro, no escapa a los temas alienantes, al temor ante los efectos del cambio climático, y al ojo omnisciente de Yorke para desmenuzar el aspecto tétrico de la modernidad y la informatización.

 

Es así que el disco abre con Burn the witch, que es un tema de estructura sencilla, en una vertiente pop casi insulsa pero realzada por el brillante trabajo de Greenwood en la dirección de las cuerdas. La inquietante letra, evoca a las paranoias de la era de Ok Computer, pero con mayor calma, como en esa sensación de “low flying panic attack” que Yorke muy a la inglesa describe. Reafirmamos; ya no es el Yorke angustiado de los 90’s sino el que sabe y es consciente de la problemática, sin desesperar. En la misma línea pero con la poética de la mano con la música está Decks dark, que tiene una línea de bajo impresionante y evoca la temática de “Subterranean homesick alien”. La contraparte de esta visión sosegada viene con el llamado a la acción frente a la crisis medioambiental de “The numbers” que fue estrenada como silent spring en la conferencia climática de Paris. Aquí el trabajo de la banda en su conjunto se eleva por sobre el promedio. Selway está justo y el trabajo de cuerdas da un realce que sólo se ha sentido en trabajos anteriores como “Climbing up the walls” o “Down is the new up”. Hablamos entonces de un disco confesional pero también tras los vidrios, y allí está la hermosa “Glass eyes” que muestra a un Yorke tan íntimo como en “videotape” pero más sosegado que nunca. Se muestra maduro, sin dramas, pero expectante y parte del todo. En esa misma línea está “Tinker Tailor Soldier Sailor Rich Man Poor Man Beggar Man Thief” que es una reminiscencia a esos juegos de infancia a lo detin marin… pero que exuda una sordidez que recuerda a los lados b de Amnesiac. De lejos el tema más oscuro de un disco que pretende transparencia.

Es así, que agotada la línea menos personal tenemos a Yorke y Rachel en todo lo que resta del disco. Desde la evocativa Daydreaming que tiene un mensaje oculto hacia el final distorsionado y en reversa, que los enfermos fanáticos de la banda han logrado descifrar como “"Half of my life", "I've found my love". Claramente es un sonido ya asociado a la banda, pero no deja de demostrar que la banda está en un punto muy consciente de sus posibilidades y sus pretensiones. “Desert island disk” es mucho más confesional y clama que diferentes tipos de amor son posibles, enfundado en un espíritu muy folk.

Musicalmente hablando el disco tiene 2 momentos bastante atípicos con el espíritu de la placa. Y son la krautrockera “Ful stop” y la más estimulante “Identikit”. En ambos casos hay confesiones de culpa o reprendas a la amada. “the truth will mess you up” canta Yorke entre la percusión más alarmante del disco; o clama una lluvia para los corazones rotos enfundado en lo que imaginamos será otra más de sus danzas espasmódicas. Cabe decir que estos fueron los primeros temas que la banda trabajó en su anterior tour, y que los resultados a partir de esas escuchas, no son -a nuestro juicio- los mejores.

Y pues, si hay un punto altísimo en esta placa es “The present tense”. Canción que ha mutado tanto y que denota la obsesión de la banda por encontrar el punto justo en cada tema. Nadie esperaba que esta angustiosa revelación de amor, termine en un bossa nova envuelto en mantras corales. Definitivamente tenemos aquí la nueva Reckoner. El disco culmina con la antiquísima “True love waits” que data de 1994 y entra en esa lista de temas que Radiohead deja dormir hasta sacarlos de una suerte de criogenia creativa (como Nude, motion picture soundtrack). Y era de esperar una reingeniería total. Aquellos que se quejan de que no tiene el espíritu del live recordings del 2001; deben tener empatía con el creador. Tocar una canción 22 años después y que suene a lo mismo ha de ser bastante soso. Y es por ello que su minimalismo de piano, aunado al falsete característico de Yorke la hace un cierre necesario. Quizá no a la altura de videotape o “life in a glasshouse” pero si para lo que el disco está hecho. Este es un disco de Yorke para Rachel, un disco que dice que el verdadero amor espera. Así al menos lo siente el autor… y da un clima pacífico a la resolución de una vida juntos; sin aspavientos, sin reclamos, sólo un decantar hacia una nueva vida.




Thursday, May 05, 2016

arenga!

Detenido el bostezo de celebraciones de sus cánticos roídos:
Llevo la expresión enjuta de protesta ante sus opciones: ¿igual o igual? Lo matizan las brillantinas de las bailarinas y sus coreografías; mientras el grosor de la billetera se excita en su funda de ficción. Entonces todos (bien… muchos); creen que el mensaje está más que claro, férreo, perpetuo; y maquillan la cerviz con el dios te salve, la pesadumbre con el estribillo monótono del poder a sabiendas del azar.

Cuánto han invertido pues, en sus listones acaramelados, en sus panales edulcorantes, en su cancioncita al ardor. Y rebotando entre curules, apretones, arreglos, y cuotas bajo gracia eterna han de sacudir hasta al más escéptico para embutirlo en su patio de tiro, en su arrabal de palitos que se estiran para capturar lo mismo que todos arpegian; 




somos bellísimos.

No me tienes, no me tienen. Acurrúquense conmigo. Ahora es preciso sabernos ese puñadito, para reconocernos en tinieblas si fuera el caso, y correr las playas plantando diatribas, esculpir los prístinos monumentos de su excedente con murales de tormenta en telúrica secuencia.

No vale pues sentirse absorto, ni en ti, ni en mí… es deber el roer contra la parla de remesa que sustenta el bienestar ingenuo que engaña y te seduce. Allí donde está el culo de portada, está el verso animal; allí donde está el coro de batallas esculturales, estará nuestra pluma como un balde bajo tu cama. 

Porque es preciso... es preciso.