todo está bien...

La espiral de retrocesos coloreada

Y bien sazonada para el triunfo de los mequetrefes que se empuñan unos a otros

Suena bien resguardada por los animales en coro y la algarabía desbordante.

Tu pena masticada, llueve en los cromáticos reflejos

De tus dedos pegados al aparato; y confluyen verdes en la acera moreteada

De los remilgos sinfónicos de los compañeros chorreados

Del linfoma no Hopkins que ataca sigiloso la taza de café tibia que dejaste en la alacena.

Y en el recuento del algoritmo

Pasan tus besos, tus puños alzados, toda tu gran mentira armada

Para ser del gusto de nadie, pero del disgusto de muchos menos

Y en el lomo de tu talón incrustado van las moscas pululando

Las ranuras crediticias vencidas

Los efímeros polvos que yerguen tu melatonina

Y el versito atollado que se escribe a punta de pulgares

Y que te olvidaste guardar por las nubes, las nubes...

Ya no será suficiente un cielo para la poesía

Si tenemos papeleras de reciclaje.

Y la marcha continúa, con el color musgo

Con la pinta decolorada que brilla incesante en la vereda -otra vez rota-

Que el presupuesto edil manda a parchar por centésima vez

Y se mueren otra vez los muertos

Y se caen otra vez los caídos que nadie recoge

Y el sudor de las mañanas vibra intenso en ese pálpito de pestaña permanente

Que te indica el reloj a contramarcha y el disuelto mandato de los que nunca vemos

Pero están.

Voy a recorrer lima, desnudo con mis harapos mentales

Y verter un sobre bomba en tu casillero, pero como ya no hay sobres

Ni casilleros, tendré que ser la bomba que sujete mi cuerpo

Y enrostrarte mi acto más bello con el pie carcomido

Y las uñas largas de tanto cobrar fin de mes, en el mes del fin;

Y ciego de tanta música, en realidad ciego de tanto

Voy a gemir este esputo en un último degolle

Para entregarte mi cabello ralo, mi panza de fritos y refritos

Y decirte con amor, mi explosión es tuya.

Y volaremos en pedazos para retroceder al futuro

Donde los mítines virtuales traerán portátiles en formas de 140 pajaritos

Y jugaremos a la derecha del padre, a la izquierda del pulmón

Al centro de los antiguos individuos

Proclamando justas injusticias tan bellas que conmuevan la resolución de mi última peca

Y así seré sensual, ganador, seré todo lo que quieras

Para nuevamente enrostrarte que andamos tan efímeros

Tan desbordadamente perdidos;

Que sujetos al marco de nuestro rectángulo de último modelo

Nos sonaremos los mocos,

Y nos darán significados sucintos

Con un solo apretar de ojos,

Pensando en la algarabía olvidada de ese sonidito que hacíamos

Cuando caminábamos por la orilla

Porque en esas épocas la gente aún visitaba las orillas

Y habrás de buscar que significaba una orilla

Viendo tu cielo de cangrejito 69

Votando por los mismos

Pensando que todo está bien.

Poetas

El coro unánime del homenaje a sí mismos en reflector flasheado,
mejor si es a uno mismo antes que a uno mismo; por minutos, horas, días, meses, de nuevo y de nuevo...
perennizados en el edredón cuadradito de los pulgares gastados.

Y vendrán las coronas de pleitesía
Y la resistencia corajuda, que grita, que emana, que llora
Que se manifiesta en contra del extremo y del medio y del sólo lugar.
Pues van emperepillados pero no sueltan el verso sin imaginarse recitando
Y tras la gran carcajada ribeteada del color humano de su sesudo fulgor
Vuelven a dormir tranquilos, en edredón de reinas,
En espumas espumantes de versos sin yema.

Oh, las y los poetas (porque hay que decirlo correctamente no?);
Ah, les poetes, lxs poetxs, las y los, los y las, les y les;
Brindo en nombre de su pompa colorinche de grito sin bulla,
De su ribete pastel sin negrura ni blancura, porque el medio es lo justo
Y lo justo no existe
Y nada existe si no es foto (ni tag)
Y la foto es más importante que la letra
Y la letra está en píxeles,
Y los píxeles se estrujan, en tu bolsillo, en la nube, en 16 GB.

Ah, poetas, preparemos mejor un desayuno
Un recital bajo sábanas
Una hurtadilla de mensajes en flamas virtuales,
Un corcel dialéctico que cabalgue por la brisa elaborada de un doodle colorido
Y pensemos en la espuma,
Que ya nadie se siente puma,
Pues para qué habría de existir la pluma, si tan sólo para escapar se fuma.

Poetas, poetes, sáquenme de la foto.
Tengan su buen y pálido pulgar.

comentarios irreales

tengo la poesía dentrito y no me sale. Siento que podría llegar a un buen texto. Empero, me preocupa no conseguir el estado alterado para su escritura. Sería una lástima que otra vez se me vaya un libro así... y entre otras sensaciones, compongo de a pocos algunos temas que están saliendo medios ralos, pero que los siento hilados. Hay un tema avanzado que estoy trabajando con J. y aunque se ha deformado de su esencia, me gustaría tener esta versión también. He probado también con la afinación más baja en los apartados mayores de mi enredada compañera de madera, y tengo al menos dos (o tres?) temas que me entusiasman. 

Esto ha de ser lo mejor dentro de esta batahola de desgracias que he provocado. En fin... ya veremos, o ya escucharemos? o ya leeremos??

x

y va el escueto desperdicio del café frío en la taza percudida
con esos pasos tibios que acarician la madera sucia de nuestro piso sucio
que embarro y embadurno sin más reparos

Y no hay nada más que reparar
sino somos ese cuerpo impávido, frío, tieso...

Ten en cuenta que se acalla menos de lo que se ama
y el estupor del recuerdo siempre abraza y engaña.

Y va el humo, de las colillas apagadas a la fuerza
con cierta cadencia negra, ya poco sensual

y tu rostro apagado
y mi mano apagada
y mi vino cuarteado
y tu lágrima seca
y se acabó el y...


o...

canción

si te clavas tenedores en los dedos
haces bien?
pues si en aras de engullirte las manos obraste torpemente, haces bien
más si en pro de revelarte libre en tus escarceo te acusan, sálvese quién pueda.

Claro, hay traición en no mostrar la sangre ni los dedos


otrora;
jugando a la mano extendida, con blancos punzones imaginarios
fuiste albo, fuiste orate, fuiste un ruidito de la risa del mundo.

Ahora bien, no usé ni las filudas ni las gaseosas dagas del tiempo
sólo pensé en cortarme los dedos, desde ayer, hoy y siempre.

Ah, no podré rasguear más mi canción.

dársena

No voy a recoger el espíritu del mar donde no hay sencilla posibilidad de atraparlo

más en la tenue partida de la tarde donde las piedras son parnaso de los regocijos recostados encuentro una respuesta en clave de murmullo

un épico traslado de las voces de la mar que saturan de anaranjado mi espalda recostada y salina

y en medio las danzas los orines el vaho de plástico que te exuda su pestilencia sin importancia

y allí allí allí todo

el mismo resplandor de los perfumes negados se acopian para hacerme trémulo espasmo

para deslizar mi memoria por un sendero de culminaciones sin apariencia y

completamente desnucado generarme el obvio recuerdito

el relicario chiquito de mi último señuelo que brilla derelicto en ese horizonte nuestro

todo ajeno nada sueño

huaycos...

y el mayor desengaño te engaña con la sutileza del ámbar que te detiene sin haber empezado y allí se cuecen los dejares tan propios que tensan las sogas en las columnas firmes 

y en el puerto invisible que refleja las derrotas se amontonan los gritos atollados y empieza un sueño desvariado que rebalsa el retrete y vierte sus islotes pintando el palacete donde habita el espasmo y derruyendo cada rastro de organismo encadenado por destilados paradigmas que encubren el espectro de millones solapados que se escurren en las mismas artimañas de los discursos adornados de intenciones que se chantan en peroratas más que inmundas 

y allí va el huayco de heces dándole prístina vigencia al buen clamor de fantasmas agolpados que se empeñan en tirar de la cadena por el sueño de ese incendio que haga buenas ilusiones en cenizas desparramadas que aspiran unos buitres universales que nos yantan de hartazgo y gula y pericia en autopsias de tumores malsanos

y la ilusión primera de la buena mierda que adereza un poco la decencia se empacha y vuelven los torreones los islotes los burdos monumentos al respiro y al voto y se entrecruzan los negocios con las palmas y los bien empinados codos y los discursos y todo de nuevo y por eso el puerto luce vacío y casi transparente me cuajo de pronto empuñando mi nada a mirar el reflejo y lo que veo es una trampa que flota ensangrentada que acoge un roedor inerme de expresión aguda y pienso que el que debería andar en esa trampa es otro son otros somos todos somos nadie y me aviento en pos de rescatar el injusto deceso de ese mar amplio para muchos y enjuto para todos y me sumerjo para ver lo que hubo tras el huayco y veo un mueble una lámpara y una mesita coqueta donde me acomodo y dejo entrar el agua sucia por mis canales atrofiados y brindo en nombre del tiempo en nombre del charco en nombre del refugio en nombre del gueto

no es lo que sucede sino este avatar de barullos murmullos y chanchullos bien organizados que te esputan la calma con titulares y briosas pompas de un ajenjo condensado de mequetrefes leyéndote un monitor que ha sido digitado y procesado y reventado hasta el hartazgo para ensombrecer el método de lo que es conocido como día a día y en ese puente de armatostes fermentados de nada y colapsados de trampas está el vértigo de saberse mutuamente tensos y absorberse en ese embudo de microscópico aderezo que te zambulle sin sentir el sueño ni el modelo ni el devenir bermejo de un reflejo opaco que se sabe muerto

y





pesado de tiempo
pasado de tiempo
pensando en el tiempo
paseando de tiempos
pudriendo los tiempos

En estado sublime...

Gracias...

AK 9

el día que te es sólo un día

y su respuesta abrumadora que congela el estupor de los sucedáneos y etcéteras que se inmiscuyen en las fronteras que emanan esa sutil melancolía de los cuerpos andando sin tono ni color ni verdor ni hedor que valga el asco momentáneo de los tantos que recorren la estancia oscura y enjuta de los manantiales de hastío y la desidia incólume que se levanta para hundirse en tus hombros ajados que soportan el peso de un orbe contagiado de florecitas virtuales y fantasmas creados digitados marmoleados reventados que se meten en tu testa para embarrarte entre los médanos plateados que se erigen en tu calle sin permiso ni respiro y te esputan su grandeza hasta hacerte un tuétano sin sombra que se carcome de nada y se encallece del espanto de estar todavía entre ojos entre sueños entre pasos entre burdos y mórbidos espejos que repiten el infinito destripado de este enjambre que pulula pero no produce ni respira pues el árbol que da mirra y esa yerbita santa también es de anónimas societarias que se frotan las palmas entre profundos talleres y seminarios de la buena costumbre que harían bailar a Dolmancé y al maldito mayor y la cueva que te queda que proteges e imaginas también está preparada para ser un páramo para ser un fragmento de una historia revisada que pudo pero que no puede y que estuvo pero no se recuerda y el tiempo que se espanta para hacerte correr entre medianías todas sosas todas podridas todas magras y el sueño que ya no es sueño sino pernocte interrumpido bien disimulado de edredón babeado que te vendieron a plazos y que nunca pagas para seguir creciendo y seguir viviendo y seguir viviendo y seguir viviendo...