Saturday, November 18, 2006

Bolero


Nadando tu mirada en las aceras
Protegida con tu sumisión al hombro,
Como si en primera guardia de la noche anduvieras
Y con el mentón leporino a tu pecho, los vestigios del olvido impregnas.

Y los lustres algunos te rechazan de un brioso guiño
Como estrellas que desdeñan en las noches a los marinos.
Y otros trajinados se envuelven en el polvo, encamados,
Como recordando lo andado,
Como si arropasen un marrón desgano,
Como si una seña del laburo fuera insignia del corazón trajinado.

Ante estas aceras repletas te sumerges… bolero al hombro,
Gacho y alerta ante los navíos de la tierra;
Para en súbdita pose, ser a tu rey momentáneo
Plebeyo medieval del suelo y sus naos.

Tú que ni has topado el umbral de los quinquenios,
No deberías en una hoja andar hurgando?
No deberías al hombro llevar alforjas de mundos y carbones?
Que rebosen pintando Europas y manglares
Llorando a Calderón y la relatividad triturando…

O es que simplemente el día de otros
En el recodo de sus muslos dejas lustro, para una ética de tacones aún edificar,
En esta película hecha martes de garúa en camal.
Triste infante, que sin culpa te zarandeas al son de un Queirolo matutino
Bien sabemos que el recuerdo de estos años
Ni la mejor franela arrojaría al olvido.