Saturday, April 30, 2011

Las cinco familias

El insulto a la inteligencia y el mordaz agravio graficado en machacamientos incesantes contra un candidato y el implícito apoyo hacia la otra, hace pensar que son los medios quienes lideran y toman esta batalla como propia. Más no, pues si el grupo informativo más grande del país y todos sus tentáculos mueven cielo, mar y tierra; esto más allá de propia convicción obedece a órdenes. Órdenes que se zurran en la memoria de los torturados, asesinados y olvidados. Órdenes que se cagan en la ética y la perspectiva de un país mutilado de pensamiento tan sólo por el antojo de no perder su peculio. No son Mariátegui, ni Rosa María, ni Vargas ni los súbditos acólitos que leen telepronters en diferentes horarios; son un manojo pequeño de mazones que cuidan tan sólo su inmunda progenie. Es a ellos a quienes hay que ahora denunciar, porque les importa una mierda la gente a la que se deben, y porque sencillamente no les interesa nada, sino vivir el cielo artificio de una vida perfecta, que la muerte misma no castiga ni excreta.




Estos son, aquí están, y para siempre su memoria debemos dilapidar:



Mario y Pedro Brescia - US$ 4,493.00 millones - MINSUR, AFP Horizonte, Rímac Seguros





Alberto Benavides de la Quintana - US$1934.00 millones - Minera Buenaventura





Jorge y Vito Rodriguez Banda - US$ 694.00 millones - Grupo Gloria





Dionisio Romero - US$ 1305.00 millones - BCP - ALICORP



Grupo Wong



A estos rostros visibles se adicionan miles de anónimos que bucean en arcas de la extracción y se retuercen en el óbice del dispendio. Vale pensar que son tan pocos los que se sirven las cucharadas, que somos las hormigas lamiendo el azucar que se les cae.


1 comment:

Nicolás Bramón said...

"...No, ya no diré mas,
hasta aquí con el inventario de calamidades
mucho sabemos ya del palacio
donde nos enseñaron a construir niños contrahechos,
cadenas de silencios, pequeños monstruos,
palabras, plegarias, apocalípticos desafíos,
¡ Inofensivas tretas ¡
inservibles a la postre,
inútiles todos...
poco incendiaron los gritos, los uniformes
y aquel estómago que lenta y tranquilamente
las digiere;
¡ Respetables mierdas¡ ..."